Reseña
Título original: Trigal | Dirección: Anabel Caso | País: México | Reseña: Javier Espinoza
Trigal cuenta la historia de un verano que cambió la vida de toda una familia. Sofía (Emilia Berjón) es una adolescente que, gracias a una compañera de la escuela, descubre su interés en el sexo opuesto. Esta compañía no es del agrado de su madre Carmen (Patricia Ortega), quien la envía con sus tíos a pasar unos días durante las vacaciones. En el lugar se encuentra a sus primas Silvia (Nicolasa Ortíz Monasterio) y Cristina (Abril Michel), siendo esta última con la que comparte prácticamente la misma edad e intereses.
Sofía y Cristina se confían experiencias y secretos, entre estos el romance platónico que la última tiene con J.C. (Alberto Guerra), un trabajador de un trigal cercano, mucho mayor que ella. Sofía aprovecha la oportunidad para acercarse a él y es cuando un triángulo amoroso sucede; ella brinca de la inocencia a la audacia, el deseo se pone en manifiesto, ante la comprensible molestia de su prima. Mientras tanto, Susi (Úrsula Pruneda) debe cuidar de las tres chicas, prestando atención extra a su hija Silvia que tiene una condición especial, y vivir con la constante ausencia de su esposo Francisco (Gerardo Trejoluna).
Hay un suceso que sacude la vida de todos, provocado por el interés de Cristina en encontrarse con J.C., y la directora y guionista Anabel Caso lo resuelve con mucha destreza, apoyada de una ágil edición a cargo de Miguel Schverdfinger, quienes enfocan la situación hacia el descubrimiento sexual y no al abuso, ya que la historia va sobre el difícil paso hacia la adultez. Era una línea muy delgada y la van marcando sutilmente, estableciendo las diferentes etapas en que ambas adolescentes se encuentran, una tiene su primera menstruación y la otra tiene piojos, algo mucho más relacionado a la infancia.
Todo el elenco está muy bien. Emilia Berjón tiene un afortunado debut protagónico como Sofía, mostrándose como una adolescente que decide aprovechar la situación para explorar y ver hasta dónde puede llegar. Mismo caso el de Abril Michel que como Cristina va jugando a crecer más rápido de lo que puede. Son personajes verosímiles, adolescentes que hemos visto en muchas familias. Úrsula Pruneda sobresale (sin novedad) como la madre de familia que tristemente es testigo de que hay ciclos de vida que se repiten, cargando en sus hombros la indiferencia de su esposo y su pesado rol como madre, y que debe vencer la tradición y el servilismo para mantener su dignidad.
Trigal es una grata sorpresa, un coming-of-age bien desarollado y ejecutado, con personajes bien definidos y una impecable fotografía a cargo de Julio Llorente S y Ernesto Pardo, que se ajusta a los momentos de intimidad y cercanía, como a la captura de hermosos paisajes.
