Un Año, Una Noche

Título original: Un Año, Una Noche | Dirección: Isaki Lacuesta | Países: Francia, España | Reseña: Javier Espinoza

Relato sobre los sobrevivientes de un atentado perpetrado por miembros del Estado Islámico la noche del 13 de Noviembre de 2015 en el teatro Bataclan de París, Francia, al que acudieron 1,500 personas, incluidos Ramón (Nahuel Pérez Biscayart), Céline (Noémie Merlant), Carlos (Quim Gutiérrez) y Lucie (Alba Guilera), dos parejas que fueron a disfrutar de un concierto de la banda Eagles of Death Metal, y que quedaron atrapadas en el lugar. Separados debido a la estampida, vemos a Ramón desesperado por encontrar a Céline y a ella tratando de escapar física (y mentalmente) del lugar. Parecería que lo peor había pasado, pero el efecto post-traumático no tenía comparación. 

La trama de Un Año, Una Noche va a dos tiempos; primero, con una recreación intensa, claustrofóbica y angustiosa del acto terrorista, y después, con escenas intercaladas sobre la relación entre Ramón y Céline posterior al hecho, exhibiendo su distinta manera de enfrentar la situación: él tiene ataques de pánico que le impiden regresar a su vida regular; en cambio ella decide pasar la página y no decirle nada a sus compañeros de trabajo y familiares, no quiere ser una víctima, así que mientras más rápido regrese a su normalidad, mejor. Justo esta es la parte más relevante del relato, cuando chocan sus realidades, ella es empática con él, pero Ramón no comprende cómo es que no comparte con la gente algo tan grave.

El director Isaki Lacuesta hace una adaptación libre del texto de Ramón González (sobreviviente del atentado) junto a Fran Araújo e Isa Campo, y aunque a veces puede ser un tanto reiterativo, expone algunos aspectos interesantes sobre la forma de asumir y enfrentar un trauma. En una escena con la otra pareja de sobrevivientes -Carlos y Lucie- aceptan que gracias a este atentado han repensado su vida, haciendo cambios sustanciales, producto del miedo, pero también de la voluntad de aprovechar una nueva oportunidad de vida. También vemos los detonadores para expresar el miedo que invade a los personajes, en el caso de Ramón una simple salida a una cafetería, para Céline es otro ataque terrorista.

Más allá de pretender ser efectista, la fortaleza de la película es su estupendo reparto. El actor argentino Nahuel Pérez Biscayart le da una vulnerabilidad impresionante a su versión de Ramón, ya que se rompe en pedazos en pantalla en su desesperación por salir adelante de una situación que lo supera. Por lo que hace a la francesa Noémie Merlant, es expresiva solo lo justo, hasta que vemos su fragilidad aparecer, cuando no queda más que vulnerarse. El resto del elenco también funciona muy bien, como la siempre bienvenida presencia de Natalia de Molina e incluso del cantante C. Tangana, como cuñada y hermano de Ramón, quienes forman un círculo de protección para él, con lo cual Céline se siente acorralada.

Un Año, Una Noche es un buen retrato de como los componentes de una relación de pareja cambian de orden y que no siempre se está dispuesto a ceder, ya que las situaciones límite van a cambiar de forma definitiva la forma de ver y habitar el mundo, aunque se luche fuertemente para evitarlo.